El castillo de Feria se está cayendo y entre cuatro coritos lo están sosteniendo. De San Juan a San Miguel hay mucho que comer; de San Miguel a Tosantos, no tanto, y de Tosantos a Navidad, na. Madrecita, quién tuviera la tierra que se divisa desde el castillo de Feria.
Como sé que te gustan las habas verdes, por debajo la puerta te echo un herrete. Ya vienen los Reyes por la Rayaera y le traen el vino a la tía Ligera.
El castillo de Feria, como es tan alto, desde allí se divisa Fuente de Cantos. Por la calle abajito, van dos ratones: uno lleva senagua y otro calzones. La tierra era del Mocho y la arrendó el Pellejero, al precio de cinco duros y el trato fue en el Carnero. Aprevente, higo chumbo: Te corto corona y culo, te hago una raja en la panza y te mando al otro mundo. La tía Veguina tiene cagueta y el tío Reondo se la sujeta. Mañana si Dios quiere y el tiempo abona, comeremos higos de la Corona. A las cinco la tarde merienda Mena, y le sirve de almuerzo, merienda y cena. Hortelano, viejo, viejo, ¿Están los higos maúros? Maúros o por maúrar a mi barriga vendrán. Si te pica el alicante, llama al cura que te cante. Si te pica el arraclán, llama al cura y al sacristán. Si el liso viera y la víbora oyera, no habría hombre que al campo saliera En febrero, busca la sombra el perro; en marzo, el perro y el amo; y en abril, el perro, el amo y el barril. Limpiar sin aire y trillar con blanda es como joer sin ganas. Uno por madrugar se encontró un costal, pero más madrugó el que lo perdió. Amigos y más amigos, y el más amigo la pega: No hay más amigo que Dios y un duro en la faldiquera. Cuando brota el galapero, le dice el chivo al cabrero: Bébete la leche, que ya no la quiero.´ Regular, échale carbón al tren que viene Pepe Flores y te va a hacer correr. Zumba gallego, que buena recachera tengo. (Y era una gamonita). Primero canta la bobilla, después el cuco y más tarde el abejaruco. La rubiblanca, con los güevos amarillos y la pájara blanca.
¡Adios, castillo de Feria, qué lejos te vas quedando! La salida ha sido hoy, la llegada, no sé cuándo. El castillo de Feria y el de Los Santos andan a la porfía: cuál es más alto. En la sierra canta el cuco, en la torre, la cigüeña; el pajarillo, en la jaula; y el borracho, en la taberna. Del cielo cayó una breva y te cayó en el ombrigo, Si te cae más pa bajo se junta breva con higo. Arando yo en la Cañá me se torció la besana y acordándome de Ana me se volvió a enderezar. El que no diga hacha, humo, higo, higuera…, no es de mi tierra. Salta la cabra, salta la chiva; por donde salta la madre, salta la hija.
Asomate a la ventana y echa el hocico pa fuera que te viá poner el anillo pa echarte a la montonera. Las aguaítas de abril caben toas en un barril, pero si el barril se quiebra s’alaga la tierra. Mi padre manda a mi madre, mi madre me manda a mí, yo mando a mis hermanitos; todos mandamos aquí. Sembré trigo en un caleño a medias con un gitano, y me vino a resultar alpiste pa los canarios.
Cuando te digan «chucho», meneas el rabo. Y cuando te digan «candil», alumbras.
Quién fuera caballo en mayo y perro por San Miguel, y por las matanzas gato y en el invierno mujer.
Cárabo de monte, que duerme de día y canta de noche.
No preguntes por saber,
que el tiempo te lo dirá;
pues no hay cosa más bonita
que el saber sin preguntar.
Echa vino, tunantona, saca tabaco, zumbón. A la haba le cayó la mangria; y al trigo blanco, tizón. La mujer que canta y baila, bebe vino y mea de pié, yo no digo que sea mala pero buena no lo es. De noche te vengo a ver porque de día no puedo, me están pariendo las cabras y estoy haciendo el chiquero.
Después de la cama hecha y las sábanas bordás, ahora dice el tío Nogales que no se quiere casar. ¿Ánde vas María Luisa, ánde vas María Jergón? Voy a partir las almendras que ha venío el camión. Alégrate, vino tinto, hijo de la cepa blanca que a hombres como leones los haces andar de gatas. Míralo por donde viene el mejor de los nacíos, con un costal de bellotas los civiles lo han cogíos. La madrugá del melonero que le daba el sol en el culo y decía que era el lucero.