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Gurupéndola
GURUPÉNDOLA
Se trata de un ave migratoria de mediano tamaño y plumaje amarillo dorado que hace su nido en forma de cesto o cuenco colgado de las ramas. Se alimenta de insectos y, según la época, de frutas (higos sobre todo, por estos pagos de copiosos higuerales). Es de naturaleza tímida y esquiva. Por eso, a pesar de su llamativa vestidura, pasaría desapercibida entre las hojas si no fuera porque delata su presencia con su inconfundible voz aflautada repetida con insistencia (click en la foto):
¿Hortelano viejo viejo,
están los higos maúros?
Maúros o por maúrar
a mi barriga vendrán.
Y es que resulta mucho más fácil oirla que verla. Aunque aparentemente se pudiera suponer que hay tres clases (amarilla, verde y negra), esta distinción por colores responde a diferencia de sexo o de madurez y no de especie: ya que el color amarillo vivo que predomina en el macho, en la hembra, más discreta, tira a verdoso y las crías no adquieren el color de sus progenitores hasta los tres años.
Este nombre de gurupéndola (también gurrupéndola y repéndula) es una de las variante de oropéndola, que quiere decir ‘pluma dorada o de oro’ y procede del lat. aureus y pennula diminutivo de penna ‘pluma’ (antiguamente péndola) con pronunciada velarización inicial.
En la Baja Extremadura encontramos otros términos para designar al oriol(oriolus oriolus) como gurropéndola, agurupéndola, aropéndola y, por su elegante atuendo, bienvestía (en Pallares). En la Raya encontramos papafigo(Olivenza) y papahigo (con aspiración) en Valencia del Mombuey: procedentes del portugués papa-figo, que es como se conoce a este melodioso y atractivo pájaro en el país vecino, por su afición a alimentarse del fruto de la higuera en su ocasión.
Ábate
ÁBATE
Sustituye al adverbio de cantidad casi cuando equivale a ‘por poco’ como en ábate me caigo, expresando que apenas faltó nada para que sucediera tal accidente: Un mulo se espantó y ábate me mata. No así en caso de modificar a un complemento: comió casi todo o está casi nuevo.